Cuarentena
Otro día en esta cuarentena y la mañana parece ser más corta de lo común, otro día soleado que desde la ventana de la habitación parece llamarte a disfrutar de su resplandecencia y sin embargo la situación no lo permite. Hay que levantarse y tratar de llevar la vida lo más común posible, tratar de no perder la alegría en los ojos de aquellos niños que siguen tus pasos, un buen desayuno para la familia y unas sonrisas que permitan liberar el espíritu y mantener la creatividad en esos cuerpos llenos de energía. Como toda mañana la casa es un desastre, desde juguetes a ropa por el suelo que impiden un descanso normal. Ya está, vamos a aprovechar la energía de cada integrante de este hogar para dejar este lugar impecable, no hay nada más satisfactorio para una madre que un suelo reluciente y no hay nada más saludable que niños jugando en un suelo limpio, todos en acción y después de unas horas ya todo está presentable para nosotros mismos.
La hora del almuerzo pasa rápida y casi desapercibidamente, los niños de ahora no son como los de antes, pasan más tiempo preocupados por los juegos del celular y sus vídeos que por el tiempo en familia, pero como culparlos, muchas veces también me consumo en el mundo virtual como parte del descanso. Al salir a la calle para las compras diarias y a pesar de mi profesión, aun me es difícil ver a mi alrededor una multitud con tapabocas, no me había dado cuenta que no detallaba el color de los ojos de mucha gente que conozco y que me cuesta sentirme observada en estos momentos donde lo único que percibimos son las miradas. Observo el reloj y quedan pocas horas, el sentarse en el computador a pensar que escribir y cómo hacerlo con dos niños dando vueltas alrededor tuyo es más complejo de lo que recuerdo sin embargo hay algo en ellos que me inspira y teniendo todo bajo control puedo colocar las palabras que están escuchando, de este momento en adelante las horas pasan como minutos y la oscuridad acoge la noche que te atrapa sentado frente a una pantalla escuchando las voces que te enseñan algo nuevo o que habías olvidado. El día se va y el descanso es necesario, mañana habrá nuevas cosas que contar e igualmente nuevas cosas que escuchar.
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